Caries dental: qué es, causas y síntomas

Las caries dentales son uno de los problemas más comunes de salud oral a nivel mundial, afectando a personas de todas las edades. Este trastorno se caracteriza por la aparición de perforaciones o daños en la estructura de los dientes, lo que puede llevar a complicaciones más graves si no se trata a tiempo. En este artículo, exploraremos en detalle qué son las caries dentales, sus causas, síntomas, métodos de tratamiento y formas de prevención.

¿Qué son las caries dentales?

Las caries son pequeñas perforaciones en la superficie de los dientes que, en su etapa inicial, pueden ser imperceptibles. Son el resultado de la acción de bacterias presentes en la boca que transforman los alimentos, especialmente los azúcares y almidones, en ácidos. Estos ácidos atacan el esmalte dental, debilitándolo y generando la aparición de pequeñas cavidades.

Causas de las caries

El proceso de formación de caries comienza con la acumulación de placa en los dientes. La placa dental es una sustancia pegajosa compuesta por bacterias, ácidos, restos de alimentos y saliva. Esta se adhiere principalmente a las superficies dentales, especialmente en los molares, a lo largo de la línea de las encías y alrededor de los bordes de los empastes.

Las bacterias en la placa descomponen los carbohidratos, como los azúcares y los almidones, generando ácidos que atacan el esmalte dental. Si la placa no se elimina con una adecuada higiene oral, se endurece y se convierte en sarro o cálculo, una sustancia más difícil de eliminar y que puede contribuir a la irritación de las encías, generando problemas como la gingivitis o la periodontitis.

El sarro, además de favorecer la inflamación de las encías, sigue acumulando bacterias y ácidos que deterioran aún más el esmalte dental, creando orificios conocidos como caries. Los alimentos pegajosos y los refrigerios frecuentes, que exponen los dientes a los ácidos por más tiempo, aumentan el riesgo de desarrollar caries.

Síntomas de las caries

En sus primeras etapas, las caries dentales no suelen causar dolor o molestias. Sin embargo, a medida que la caries avanza y afecta capas más profundas del diente, pueden aparecer síntomas como:

• Dolor o molestia al consumir alimentos o bebidas dulces, frías o calientes.
• Hoyuelos o agujeros visibles en los dientes.
• Sensibilidad dental generalizada.

Es importante acudir a chequeos dentales regulares para detectar las caries en sus etapas iniciales, cuando pueden ser tratadas más fácilmente y con menor daño a la estructura dental.

Diagnóstico de las caries

La mayoría de las caries se descubren durante los exámenes dentales de rutina. El dentista puede detectar la presencia de caries mediante una revisión visual o utilizando instrumentos que permitan sentir si la superficie del diente está blanda, un signo de desmineralización del esmalte.

En algunos casos, es posible que se realicen radiografías para detectar caries en áreas que no son visibles a simple vista, como los espacios entre los dientes.

Tratamiento de las caries

El tratamiento de las caries es esencial para evitar el daño adicional a los dientes. Existen varios métodos de tratamiento según la gravedad de la caries:

1. Rellenos dentales: Si la caries es pequeña, el dentista puede eliminar la parte afectada del diente utilizando una fresa dental y luego rellenar el hueco con materiales como resina compuesta, ionómero de vidrio o amalgama. La resina compuesta es preferida en muchos casos debido a su apariencia natural y su durabilidad.

2. Coronas dentales: Si la caries es extensa y ha debilitado significativamente el diente, es posible que se requiera una corona. Este tratamiento implica eliminar la parte dañada del diente y cubrirlo con una funda que puede estar hecha de oro, porcelana o porcelana fundida sobre metal.

3. Tratamiento de conductos: Si la caries ha avanzado lo suficiente como para afectar el nervio del diente o si se ha desarrollado un absceso dental, el dentista puede recomendar un tratamiento de conductos. En este procedimiento, se extrae el tejido dañado del interior del diente, se rellenan las raíces con un material sellante y, en la mayoría de los casos, se coloca una corona para proteger el diente.

Complicaciones de las caries no tratadas

Si no se tratan a tiempo, las caries pueden tener consecuencias graves para la salud dental. Algunas de las complicaciones más comunes incluyen:

• Dolor intenso.
• Infecciones, como el absceso dental, que puede requerir antibióticos o incluso cirugía.
• Fractura del diente.
• Pérdida de la capacidad de masticar adecuadamente.
• Pérdida del diente afectado.

Cuando las caries no se tratan y alcanzan la pulpa del diente, pueden causar pulpitis, una inflamación dolorosa de este tejido vital. Existen dos tipos principales de pulpitis: la reversible, que puede aliviarse con tratamientos conservadores, y la irreversible, que a menudo requiere un tratamiento de conducto o incluso la extracción del diente. La pulpitis irreversible, en muchos casos, es consecuencia directa de caries profundas que afectan gravemente la estructura interna del diente.

Además, las infecciones no tratadas pueden propagarse al hueso maxilar y causar una pérdida ósea, lo que puede tener un impacto significativo en la salud bucal.

Prevención de las caries

La prevención de las caries es posible a través de una buena higiene bucal y hábitos saludables. Algunos consejos clave incluyen:

1. Cepillado regular: Es importante cepillarse los dientes al menos dos veces al día con una pasta dental con flúor. Esto ayuda a eliminar la placa antes de que se convierta en sarro y comience a dañar el esmalte dental.

2. Uso de hilo dental: El hilo dental debe utilizarse al menos una vez al día para limpiar los espacios entre los dientes, donde el cepillo no puede llegar.

3. Revisiones dentales periódicas: Acudir al dentista para limpiezas profesionales y exámenes regulares cada seis meses puede ayudar a detectar y tratar las caries en sus primeras etapas.

4. Uso de flúor: El flúor ayuda a fortalecer el esmalte dental y a proteger los dientes contra las caries. Además del flúor presente en la pasta dental, los dentistas pueden aplicar soluciones de flúor en las consultas para proporcionar una protección adicional.

5. Aplicación de sellantes dentales: Los sellantes son recubrimientos plásticos que se aplican sobre las superficies de masticación de los molares para prevenir la acumulación de placa en los surcos profundos. Este tratamiento es especialmente recomendado para los niños, pero también puede ser beneficioso para los adultos.

6. Dieta saludable: Limitar el consumo de alimentos y bebidas azucaradas y optar por alimentos más saludables puede reducir el riesgo de caries. Además, es recomendable enjuagarse la boca o cepillarse los dientes después de consumir alimentos pegajosos o dulces.